EL DOLOR DE VER SUFRIR A QUIENES AMAMOS



Me gustaría que no fuera verdad, que fuera un sueño, pero no es así, cuando un ser querido sufre por lo que sea te duele mas a ti que a nadie, duele el alma, quieres hacerlo sentir mejor pero no puedes, tus palabras no surgen el efecto que quieres, tampoco una caricia. He visto sufrir a mi hijo, eso que solo tiene 9 años, ha llorado por amor, de dolor y solo pensar que esta sufriendo me parte el alma, lo calmo, le doy un abrazo bien fuerte, una cuantas caricias, con mucho amor y un buen plato de comida, salio de esa dura etapa. También lo viví con mi hermano mayor, pero el se refugio en sus amigos, no tanto en nosotros, tenia la idea clara, lo vi mal pero no quiso demostrar que lo estaba, lo queríamos ayudar pero creyó y confió en quienes no debía, a veces hay que dejar que la gente pase por esos momentos y vean lo que tienen que ver con sus propios ojos porque cuando intentamos abrírselos igual quedan ciegos. Su amargura paso, lo malo siempre pasa y perdura lo bueno, pero que cuesta, cuesta; yo no soy la mejor candidata para dar consejos relativos al amor ni menos de la vida, a penas la estoy viviendo y disfrutando, con relación al amor, me considero un fracaso con F mayúscula, pero eso es otro cuento. Un día cualquiera mi hermano me cuenta llorando que su relación de 8 años termina por culpa de una infidelidad, hablamos horas por teléfono, tenia unas ganas locas de abrazarlo para quitarle ese dolor y aunque estaba mas tranquilo, resignado, no sabia como iba a estar al día siguiente, lo peor es que vive lejos, lo bueno es que nunca pero nunca había tenido la confianza en hablarme de algo que le pasaba, siempre fue hacia dentro, se guardaba todo, no sabíamos ni si quiera como pensaba, tiene miles de amigos y al parecer todos sus problemas los resolvía hablando con ellos, esta vez quiso que no fuera así. Sin pensar hablamos de nuestra infancia, nuestra necesidad de afecto, que a lo mejor eso repercute en nuestras relaciones, porque eramos así de pequeños, peleábamos siempre, nos llevábamos mal, no había comunicacion entre nosotros, menos con nuestra mamá porque le teníamos terror, ahora que estamos grandes, que cometimos errores, que crecimos, nos hemos unido y eso me encanta, es verdad que todo lo que te paso en la infancia tiene principal responsabilidad en como te desenvuelvas de grande, en todo sentido, en el amor, en las relaciones laborales, con los amigos, si crees o no en el matrimonio, si sientes la real necesidad de tener hijos y de criarlos, por eso hay mucha gente que espera al momento de ser padres, porque quieren darle lo mejor, economicamente hablando y calidad, con una maduración y responsabilidad distinta, es decir, voy a tener hijos porque quiero tenerlo y porque puedo criarlos como quiero. Yo no tuve esa oportunidad porque mi hijo llego, lo acepte con amor y lo he criado con el mismo cariño, tal vez estaba preparada para ser madre aunque las condiciones no fueron las favorables lo que me ha llevado a pensar dos veces antes de tener otro hijo porque no quiero que tenga las mismas carencias que yo tuve, tampoco las dificultades de mi primer hijo. No es fácil criar solo a un hijo, trabajar cuando ellos quieren estar contigo, después te piden la luna y sufres por no dársela, el tiempo eso es lo que muchos niños piden a sus padres pero estos no tienen para satisfacer otras necesidades, porque creen que es lo mejor, hay veces que no quieren un auto ultimo modelo, lo que quieren es estar contigo, que los escuches, un abrazo, un te quiero, palabras que las repito una y otra vez a mi hijo, que puede que falten cosas materiales pero nunca el amor que siento por él.



Finalmente, lo mejor que le puedo entregar a mi hermano son mi apoyo incondicional, ahora que la vida nos dio la oportunidad de ser mas cercanos, mis palabras sinceras, un abrazo bien apretado, diciéndole que todo va a estar bien.

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